domingo, 5 de septiembre de 2010

HERENCIA PEDAGÓGICA




La pedagogía como disciplina del proceso educativo, ciencia de la educación y didáctica experimental estudia las condiciones de recepción de conocimientos, así como el papel de los actores: profesor, alumno y “saber” (contenidos) dentro de un contexto determinado social y culturalmente.
Las sociedad de acuerdo a sus intereses, costumbres, preferencias y visiones han tratado de transmitir a las nuevas generaciones su forma de vivir,  sus conocimientos, costumbres y cultura en general. Nos ha heredado, pedagógicamente hablando,  la educación para todos,  la división de ésta por estratos sociales, el razonamiento como proceso de aprendizaje y enseñanza y la memorización; la libertad de cátedra y la violencia física y simbólica en la educación.
La escuela, como institución social, ha sido la encargada de tal transmisión y en particular, señala Santonio de la elaboración y transmisión de la lengua. Precisamente, la cultura helenista acuña el término. Nilsson citado por Santonio menciona que esta cultura hereda algunos aspectos como el reglamento escolar, prioridad de la lengua y la literatura sobre otras asignaturas o disciplinas y la edad en la que el niño debe comenzar su aprendizaje.
El término Paideia en la cultura helenística era utilizado para  indicar la formación del niño en relación al adulto, de manera que el significado es similar al de pedagogía en la actualidad. Santonio puntualiza que en ese momento se establece la diferencia entre educación familiar y educación escolar.
¿Y quien se encargaba de la enseñanza? Para Santonio, la docencia era el castigo que los poderosos daban a quienes los ofendían o desobedecían, pues eran esclavos cultos, pero al fin y al cabo esclavos. Entre ellos estaban el Paidagogós, que además de ser niñero y escudero del joven, le transmitía sus conocimientos; el Didáscalos que se encargaba de la disciplina y enseñanzas generales y de los 12 a los 14 años los atendía el Grammatistés, una especia de maestro especializado en la lengua.
En la cultura helenística, la educación estaba destinada principalmente para los hijos de los nobles y para algunos de clase media que eran destacados, sin embargo, en la ciudad de Mileto la escuela era una institución pública y el docente un funcionario municipal cuyo requisito era que tuviera habilidades para controlar a los alumnos. De esta manera, el maestro era instructor del saber y el comportamiento y el pedagogo era un simple niñero. Cabe mencionar que para los griegos no había aprendizaje sin dolor, para poder llegar a la edad de la razón. Por lo que se puede deducir que había sanciones físicas o psicológicas para obtener resultados favorables.
Así pues, desde la época helenística se sientan las bases de la educación actual: escuelas públicas y privadas, ninguna mejor o peor que otra, pero sí con sus diferencias de clase, filosofía y concepciones sobre la enseñanza y el aprendizaje; así como el papel de docente, el aprendiz y los contenidos. Se puede decir que aparecen los primeros modelos educativos aunque Santonio los define como corrientes filosóficas helenísticas: epicureísmo, con Epicuro como principal exponente, defensor del socioafectivismo y la serenidad del alma. Armonía natural. El  estoicismo, con Zenón de Citio, Séneca y Marco Aurelio como exponentes, con la  lógica como principio único: hay que desarrollar la mente parta custodiar la verdad razonable y escepticismo con Pirron de Elíde como fundador colocaban todo  sobre la mesa en la discusión y el análisis y los resultados como plausibles, no verdades absolutas.
La cultura helenístico-romana comienza a decaer y surge una “buena nueva”: el cristianismo, que en su  afán por expandirse diseñó una educación principalmente para adultos denominada catecuménica, de preparación para el bautismo. A pesar de que el cristianismo no se ocupó de la educación por varios siglos, en aquellos sitios donde no había escuelas las promovía. Así, el clero funda escuelas para diferentes niveles casi en cada monasterio, parroquia y catedral. De aquí se puede entender el gran poder social y económico alcanzado por el clero, particularmente la iglesia católica.
San Agustín, principal exponente de la época y defensor absoluto de la fe cristiana destaca el interés y la admiración como componentes esenciales del educando y educador para que no surjan el tedio, el aburrimiento y la apatía. Elementos que, de alguna manera, son tomados en cuenta en la actualidad.
El método utilizado por el clero era acertado, ya que los alumnos leían el texto, se comentaba y se discutía un problema determinado debatiendo los integrantes en pro o en contra. Sin embargo, ya que el clero era el fundador de las escuelas, el problema era  que se inclinara principalmente a la educación en la fe cristiana, de manera  que sólo existía una verdad: la verdad divina.
Pero también hubo cosas buenas, para Abbagnano la Universidad es fruto de las escuelas catedralicias de la edad media y significa “toda comunidad organizada con cualquier fin”. Tenían como propósito la defensa de los docentes contra las arbitrariedades del poder dominante y además los estudiantes hacían lo propio, agrupándose para defenderse de los maestros, autoridades y otros. Esto puede ser el antecedente  del sindicalismo y de las asociaciones de estudiantes. Lo que sí rescata el autor es la autonomía de las Universidades  para evitar la intromisión de las autoridades y defender el derecho a la libertad de pensamiento.
Al final de la edad Media, en la alta escolástica, aparece  el filósofo-pedagogo checo Comenio, autor del primer sistema pedagógico propiamente como tal y cuya influencia perdura en la actualidad. Según Abbagnano, Comenio era un luchador social a favor de la paz del mundo y podría decirse entre democrático, humanista e idealista. Sienta las bases de la escuela popular gratuita y obligatoria para todos los niños sin distinción al postular la escuela única.
Su sistema de enseñanza va dirigido al pueblo, no a los poderosos, es defensor de la escuela para todos; herencia que perdura, ya que la escuela para poderosos existía. Postula el método de carácter sensualista, es decir, el conocimiento se logra a través de la percepción directa, el realismo y la intuición.
Para Comenio la educación era el eje vertebral de la sociedad y establecía que la infancia era el momento indicado para iniciarla centrándose en tres aspectos: intelectual, moral y religiosa. Cada nivel educativo debía ser continuación rigurosa del anterior. Planteamientos que son tomados en cuenta para las reformas educativas actuales. Su principal obra Didáctica Magna, apareció en 1632 donde señala básicamente el embrión de la teoría de la enseñanza, con ella alcanza la  fama mundial.
Los planteamientos de Comenio fueron considerados como una Revolución Pedagógica que sirvieron de marco a posteriores teóricos como Locke, Rousseau, Pestalozzi, Kant, Hegel, Fichte, Froebel, Comte y otros.
Juan Jacobo Rousseau, filósofo francés ilustrado, aporta en materia de educación su pensamiento reformador y progresista en su cuarta obra titulada Emilio o La Educación aparecida en 1762  donde postula un nuevo paradigma de la educación. Partidario del sensualismo, al igual que Comenio, proponía que se debía educar al niño lejos de la civilización, en “el seno de la naturaleza”. La educación natural y libre.
Rousseau plasmó enérgicamente respetar la personalidad de cada estudiante y tomar en cuenta los intereses y deseos del alumno. El rol del docente era dirigir, apoyar y ayudar al educando en la solución de problemas y orientar sus  intereses. Para él la educación debía tomar en cuenta las características especiales de cada edad del niño. Pues cada uno, según él, nace con diferente temperamento, capacidad, carácter, etc., los cuales pueden ser modelados, razón por la cual se oponía a una educación uniforme.
Es importante señalar que ni Comenio ni Rousseau trataron sobre la educación de la mujer, discriminándola y marginándola quizá por situación de ésta en esa época que lógicamente rebasaba por mucho su pensamiento.
Juan Enrique Pestalozzi, destacado teórico pedagogo suizo, precursor de los postulados de Rousseau, combinaba la educación con el trabajo productivo de los alumnos y al mismo tiempo desarrollaba lo físico, intelectual y moral. Postuló la educación multifacética, que consistía en preparar a las nuevas generaciones en varios oficios. Proponía también que los industriales financiaran la educación.
Para Pestalozzi la educación debería ser patrimonio de toda la humanidad sin distinción de credo o raza y la escuela como la fuerza motora para la transformación social, donde deja ver su concepción humanista y demócrata. Para él, las madres eran parte fundamental de la educación y era importante prepararlas, ya que la ésta debe comenzar desde el momento en que el ser humano viene al mundo. Su teoría de la enseñanza elemental incluía: educación física, trabajo, moral, estética y formación intelectual.
Fröbel sucesor de Rousseau y discípulo de Pestalozzi nacido en Alemania postula su pedagogía basada en “intuición de la profunda unidad de lo real”. Es el que pone en práctica la educación preescolar y defiende el juego del niño como su libertad para acercarse al mundo natural. Al igual que Rousseau establece que al niño se le trate como tal y no como  un adulto en miniatura.
John Dewey, nacido en Estados Unidos de América fue filósofo, psicólogo y pedagogo interesado en la reforma de la teoría y la práctica educativa confrontó su principio en la famosa escuela laboratorio, dándole un carácter experimental. Preconiza el aprendizaje con actividades diversas sin seguir un contenido curricular preestablecido y riguroso.
Para Dewey los alumnos aprenden haciendo, comprenden haciendo y hacen haciendo. Se opone a los métodos de enseñanza autoritarios. Para él la educación debía proporcionar una preparación adecuada para la vida en una sociedad democrática, debía tener intrínsecamente un sentido en el propio desarrollo del alumno con su realización, formar la arquitectura humana en lo moral  y en lo solidario.
Céletin Freinet, pedagogo francés desarrolla una nueva pedagogía basada en métodos activos y en la libre expresión del niño.  En 1950 expone sus ideas en el escrito Carta de la Escuela Moderna donde aboga por una enseñanza que debía priorizar el desarrollo de la personalidad del niño, respetando lo que acuñó con el término “equilibrio vital”.
Para Paulo Freire, nacido en Brasil,  el proceso educativo es un proceso pedagógico y a la vez un acto político, que tiende a la transformación del hombre. Para él, el pensamiento es el resultado de un proceso de conocimiento dialéctico e histórico determinado, y es ante todo un acto colectivo: “…nadie enseña a nadie, los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo”.
En su concepción educativa, la metodología está determinada por la relación dialéctica entre teoría y método. El método de Freire es fundamentalmente un método de cultura popular, forma conciencia y politiza. Contrario a la educación “bancaria” que se limita a transferir y depositar conocimientos en las mentes acríticas de los estudiantes.
La educación debe ser práctica liberadora que permita al hombre hacerse más hombre y más libre. También se opone a la acción sin reflexión (activismo) y a la reflexión sin acción (verbalismo), proponiendo una reflexión profunda y una acción congruente con la reflexión y análisis.
Así pues, la evolución de la pedagogía ha experimentado la “selección natural” al cambiar y / o modificar los métodos de enseñanza y aprendizaje, incluso al eliminar los que considera inadecuados para las nuevas generaciones. Así también, ha perpetuado los elementos que se han considerado útiles en todas las sociedades a través del tiempo: esa es la Herencia Pedagógica.
Martín Heriberto del Río Castrellón.
Referencia
Ruiz  J. (2010). Herencia Pedagógica. México. Unidad Académica de Docencia Superior. Maestría en Ciencia de la Educación. Universidad Autónoma de Zacatecas.








LA HERENCIA PEDAGÓGICA

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