Antón Semiónovich Makárenko, nacido el 13 de marzo de 1888 y muerto el 1 de abril de 1939 en Moscú, fue un pedagogo ucraniano. Tras el triunfo de la revolución rusa fundó las casas cooperativas para huérfanos de la guerra civil, destacando la Colonia Gorki; más tarde fundó, bajo los auspicios de Stalin, el municipio de Dzerjinski, donde trabajó hasta el fin de sus días.
Su fuerza inagotable para crear una colectividad sana y feliz, fue lo que identificó a Makárenko como el pedagogo que demostró, en la práctica, un proceso educativo auténtico con énfasis en la sociedad socialista. Algunos historiadores coinciden en que la pedagogía de Makárenko no sólo fue materialista, sino objetivamente moral, pues las experiencias señalaban que un hombre socialista es aquél que conjuga sus sentimientos con los intereses de la colectividad.
En la comuna Dzerzhinski (1928-1935) se desarrollo un trabajo pedagógico completo. La responsabilidad y la disciplina fueron incorporadas conscientemente a la organización de las colectividades primarias de diferentes edades. Estas colectividades se formaban tomando en cuenta la edad y la división del trabajo. Para obtener una producción eficiente, se necesitaba un plan, el cual era una especie de encaje delicado que forman las normas y las relaciones. El plan no es cuestión de un requisito que debía ser entregado a un inspector o supervisora, sino un proceso moral con alta exigencia. La comuna Dzerzhinski fue un verdadero acopio de cuestiones pedagógicas, donde se forjaba un programa de la personalidad, es decir, un proceso de orientación de los sentimientos, las convicciones, la voluntad y el carácter.
“El programa de la personalidad humana, el programa del carácter humano, incluye en el concepto del carácter todo el contenido de la personalidad, es decir, las manifestaciones externas, las convicciones internas, la educación política y los conocimientos, todo el cuadro, en absoluto, de la personalidad humana” (Schukina, , p 38).
Uno de los elementos clave que formaron parte en la vida pedagógica de Makárenko fue la colectividad, pues ésta era considerada como un grupo de trabajadores y trabajadoras libres, unidos por objetivos y acciones comunes, organizado y dotado de órganos de dirección, de disciplina y responsabilidad. En este sentido, la colectividad no podrá existir en una sociedad burguesa, es decir, en un lugar donde exista la explotación, el yugo y la desigualdad distribución de los bienes materiales.
El sistema de relaciones fundamentado en el seno de la escuela debe estar presidido por una labor educacional donde se determine exigencias para cada persona. El significado de la experiencia aumenta por cuanto todos los individuos unidos en colectividad se transforman en educadores y educadoras de la personalidad.
Para Makárenko, toda la vida de la escuela debía desenvolverse mediante la colectividad. Este desenvolvimiento define perspectivas educacionales, las cuales van desde un nivel inferior hasta un grado alto. Estas perspectivas garantizan la organización permanente de la colectividad, pues sino se hace así, ni el equipo podrá ser colectividad y mucho menos la colectividad será fortalecida mediante procesos de alta responsabilidad.
Makárenko consideraba que el principio principal de una correcta educación era la capacidad del hombre o la mujer para guiarse perspectivamente: “el hombre debe darse cuenta de la significación de la perspectiva lejana; ello le permitirá combinar sus planes personales con los de la colectividad y con el desarrollo de su país”. Escribía Makárenko, si se quiere educar con responsabilidad y disciplina entonces está última –la disciplina- deberá ser entendida con una actitud consciente, que se desarrolla gracias a las interrelaciones sociales de las personas en un ambiente sano, de cooperación y de compromiso por la gente y por la nación. La disciplina entendida así, no es más que la armazón externa de la colectividad. Es la disciplina de la victoria, la disciplina de la superación y no una disciplina donde se indica sólo aquello que no debe hacerse. La disciplina es el medio educacional, entendido no como régimen sino como resultado de todo el proceso educativo.
Makárenko escribió numerosas obras, entre las que destaca El Poema pedagógico , que no es sino una historia de la colonia Gorki. Fue un libro muy popular en la URSS, compuesto originalmente por tres volúmenes, y actualmente forma parte del temario de estudio de numerosos planes universitarios relacionados con el mundo de la escuela y la pedagogía.
Martín Heriberto del Río Castrellón
REFERENCIA
Picardo, J. (2005). Diccionario enciclopédico de Ciencias de la Educación. San Salvador: Centro de investigación Educativa, Colegio García Flamenco.
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